NUESTRA HISTORIA

Desde pequeña esperaba con ilusión la llegada del verano porque mi madre, que era maestra del recibimiento, acogía familias que deseaban pasar sus vacaciones junto al mar. Recuerdo todavía los juegos y las carreras de cuando éramos niños a lo largo de los senderos del jardín. Al anochecer, mi madre, la “señora María” para los huéspedes, estaba siempre dispuesta a añadir un sitio en la mesa para el acompañante que deseaba quedarse a cenar. Al final del verano, los huéspedes se habían convertido en amigos de familia y su marcha nos llenaba el corazón de tristeza.

He pensado en construir una habitación para los invitados.  Quería recibir familiares y amigos y revivir las antiguas y jamás olvidadas emociones infantiles.

Quería acoger en mi casa a los turistas de todo el mundo y llenar sus maletas de buenos recuerdos  a su marcha. Permitirles admirar, a través de la gran ventana del salón, la belleza del mar y del Vesubio, y ver, detrás de esa ventanta, el calor y la espontaneidad de las familias napolitanas.

El año pasado, mi hijo finalizó los estudios universitarios y así lo hice participar en esta iniciativa. Pasquale, que ama viajar y conocer gente nueva y nuevas culturas, ha demostrado un gran entusiasmo, ayudándome en su realización. El resto de la familia, aunque con algunas vacilaciones, nos han ayudado y permitido llevar a cabo nuestro proyecto. En Junio del 2001, hemos inaugurado nuestro Bed & Breakfast, obteniendo opiniones superiores a nuestras expectativas.

Bienvenidos a Villa Oriana...